Alguien golpea la puerta de mi habitación y yo me levanto despacio a abrirla. Encuentro a Miljer sonriente.
-Buenos días, preciosa. Hoy es el día de las pruebas.
-Eh... Ah, sí, es verdad.
Miljer vuelve a sonreír. Le respondo con otra sonrisa y salimos de mi habitación. Recorremos el pasillo y me fijo en que Miljer no ha venido solo, que tiene otro médico a su lado. Es muy mayor, más mayor que Miljer. Deduzco que Miljer debe de tener entre cincuenta años, aunque con sus conocimientos puede haberse operado y parecer más joven.
Subimos al ascensor del final del pasillo y Miljer pulsa el botón de la planta diecisiete. Justo cuando las puertas del ascensor se empiezan a cerrar, oigo a Kilder gritar mi nombre y correr por el pasillo.
-¡PAYM, ESPERA!
-¡Kilder! Miljer, pulsa el botón de abrir puertas, por favor.
Miljer me hace caso y las puertas del ascensor se abren. Kilder llega a los dos minutos, exhausto.
-Hola-dice, jadeando.
-¡Adrián!-le digo, contenta.
-¿Adrián? ¿Quién es ese?
-Eh... ¿He dicho Adrián? Vaya, lo siento, quería decir Kilder, ¡me he confundido!
Kilder se ríe y me pierdo en sus ojos.
Llegamos a la planta diecisiete en unos minutos. El médico (Hugo) ha alabado mi transformación con mucho interés, a acariciado mi piel y se ha puesto a hablar con Miljer. Después, los tres se han puesto a comparme y a volver a decirme que la transformación es maravillosa y que tienen muchas ganas de saber que puedo hacer con mi cuerpo. A esto último, Miljer sonríe, enigmático. Me pongo colorada con todos los comentarios y digo gracias a todo, incluyendo un "¿Te gusta?".
Llegamos a la planta y caminamos por el pasillo, mucho más corto que los otros. Abrimos una puerta y tropiezo con un campo verde, lleno de vitalidad. Nunca he visto un campo así, ni de pequeña. Klider tiene la misma cara que yo, sin embargo, Hugo y Miljer no parecen tan asombrados.
-Bueno, te presento el campo donde haremos tus pruebas, ¿que te parece?-me pregunta Miljer.
Sonrío y asiento, todavía observando todo el campo.
Al cabo de unas horas, descubro que sé gruñir, reír, hablar y ronronear. La verdad es que todo eso lo sabía, pero Miljer debe repetirlo, para Hugo y para los otros médicos. También sé correr casi como un guepardo y puedo sacar de mis manos-garras uñas muy largas y afiladas. En la prueba del arco fallo un poco, ya que no lo sujeto mucho. Klider se ríe al verme tirar, y nos ponemos a jugar. Le hecho una carrera, y claramente gano. Miljer sonríe al vernos, pero a los pocos minutos me obliga a seguir con las pruebas. Descubro que pierdo la cabeza con los ovillos de lana y eso me hace recordar el comentario de mi padre.
-Bien, bien. Has pasado muy bien las pruebas, para ser la primera vez. Ya veremos que podemos hacer con tu cola-me dice Miljer.
Bajamos a comer, estofado. Suspiro al verlo, no me encanta. Klider sonríe e intenta colarme un poco de su estofado, pero le pillo. Miljer comenta con Hugo sobre las pruebas y alguna vez que otra les oigo hablar sobre que el enemigo también sabe transformar. Gruño con ese dato, ya que nosotros éramos los únicos, por ahora, y teníamos algo de ventaja.
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Sé que lo que os voy a decir no os va a gustar nada, NADA, pero lo tengo que hacer. La historia acaba aquí, por ahora. La voy a escribir en Oppen Office para saber cuánto me va a ocupar y quizás suba alguna después. Sara, Irene, Celia, Lara, muchas gracias por seguirme y comentarme. En serio, sin vosotras no hubiera seguido seguro. Ahora mismo, Irene pondrá los ojos en blanco y dirá "Ya está, otra vez", JAJAJAJA. Solo que esta si la continúo, Irene ;). Por cierto, sobre lo de D.A.L. no seguiré en ese blog, tenía otro más viejo y seguiré en ese. Haré una entrada en D.A.L. avisando y dándo el link, pero también lo subiré a Twitter. Un besazo a todas y muchas gracias por todo ;3